martes, 7 de junio de 2011

transplante EPATICO

Si a usted o a alguien cercano le han sugerido el trasplante hepático como opción de tratamiento de su enfermedad hepática, es posible que la noticia le haya significado un considerable impacto emocional, inseguridad y miedo. Una de las mejores maneras de manejar la ansiedad que genera la idea de un trasplante hepático es conocer qué implica este procedimiento, qué se puede esperar de él y que va a ocurrir en las distintas etapas del proceso. Por supuesto que la mejor fuente de información será su propio médico, sin embargo, la información que se presenta a continuación puede complementar lo que él le informe.

¿Qué es un trasplante hepático?

El trasplante hepático en su forma más habitual, consiste en una cirugía que reemplaza el hígado dañado de una persona por un órgano de un donante. El donante puede ser alguien que ha fallecido o un donante vivo. La mayoría de los trasplantes que se realizan actualmente en adultos son de donantes fallecidos.

¿Quién necesita un trasplante hepático?

Las personas que tienen una falla importante de la función hepática requieren un trasplante. Esta falla puede ser aguda, que se desarrolla en pocos días o semanas, o crónica, que es la forma más frecuente y cuya principal causa es la cirrosis hepática. Hay otras causas de trasplante hepático como el hepatocarcinoma (cáncer hepático) o ciertas enfermedades metabólicas. Las principales causas de trasplante hepático en adultos en Chile son la hepatitis crónica por virus C, la cirrosis biliar primaria, la enfermedad hepática alcohólica y la hepatitis autoinmune.

¿Cuándo se indica el trasplante?

El trasplante hepático mejora las expectativas y calidad de vida de las personas que tienen enfermedades hepáticas crónicas (principalmente cirrosis). La clave es no realizar este procedimiento en una etapa muy temprana de la enfermedad, en que el riesgo del trasplante es mayor que el riesgo de la propia enfermedad, pero tampoco plantear el trasplante cuando la enfermedad está muy avanzada y puede ser tarde. En general, una función hepática en clase B de la clasificación de Child-Pugh o un MELD de 15 se consideran como indicación de ingresar a la lista de espera de trasplante hepático.

¿Cuáles son las indicaciones específicas para el trasplante hepático?

La indicación de trasplante debe ser realizada en el paciente individual y siempre pasa por la decisión de un equipo multidisciplinario que incluye hepatólogos, cirujanos hepato-biliares, asistentes sociales, sicólogos, siquiatras y otros especialistas. Algunas situaciones que en general se aceptan como indicaciones de trasplante son:
  • Deterioro de la función hepática, objetivado como clasificación B de la escala de Child-Pugh.
  • Complicaciones de la cirrosis: Peritonitis bacteriana espontánea, ascitis y encefalopatía hepática.
  • Hepatocarcinoma cuando se cumplen ciertas condiciones bien definidas.

¿Cómo es la evaluación pre-trasplante?

El trasplante hepático es un procedimiento altamente complejo, por lo que requiere una completa evaluación del paciente. Se piden una serie de exámenes de sangre, estudios para objetivar el estado del sistema cardiovascular y respiratorio con radiografías y otros estudios, en ocasiones invasivos. Se necesita un estudio de imágenes detallado del hígado y sus vasos sanguíneos con una ecografía con Doppler y/o resonancia nuclear magnética. Se pide habitualmente una endoscopia digestiva alta y en ocasiones una colonoscopia. El candidato también es evaluado por otros especialistas que participan en el grupo de trasplante, como siquiatra y sicólogo, asistente social, cardiólogo, infectólogo, neurólogo, anestesiólogo y otros según necesidad.

¿Cuáles son las contraindicaciones para un trasplante hepático?

Cada centro de trasplante tiene sus propias políticas. Algunas situaciones que antes se consideraban que excluían la posibilidad de trasplante, como la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (HIV, virus del SIDA), ya no se consideran contraindicaciones absolutas. De todos modos, algunas condiciones que usualmente se consideran contraindicaciones para el trasplante son:
  • Edad avanzada (en muchos lugares sobre 65 años).
  • Presencia de otras enfermedades graves como cáncer, insuficiencia cardiaca o respiratoria.
  • Infecciones no controladas.
  • Consumo de alcohol importante en los 6 meses anteriores al trasplante.

¿Cómo se determina el orden en que cada persona recibe un órgano?

Esto varía de país en país. Los órganos deben trasplantarse a personas que tengan compatibilidad de grupo sanguíneo. Teóricamente se deben respetar dos principios: El de justicia (primero el paciente más enfermo, que más lo necesita) y el de beneficencia (los órganos deben distribuirse de forma que se obtenga el mayor beneficio global). En Chile la prioridad está dada por el tiempo que la persona lleva en la lista de espera, sin importar cuán enferma esté la persona, salvo ciertas excepciones como la falla hepática fulminante y algunas situaciones de agravamiento importante de un paciente. En otros países como Estados Unidos, se realiza una graduación de la gravedad del enfermo con la escala MELD y se determina el orden de manera que los pacientes más graves reciben un órgano primero. En Chile se está discutiendo pasar a esta nueva modalidad.

¿Cómo puedo saber si necesito un trasplante?

Para evaluar esta posibilidad debe planteárselo a su médico. Si él no está familiarizado con el proceso, puede ser conveniente que solicite una evaluación directamente en un centro con disponibilidad de trasplante. En Chile, puede ser

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